miércoles, 27 de mayo de 2015

Gentes de mi tiempo y de mi tierra. Damian Iguacen

 GENTES DE MI TIEMPO Y DE MI TIERRA

DAMIAN IGUACEN


  La Nunciatura Apostólica ha informado a “Cifra” que el Santo Padre se ha dignado nombrar obispo de Teruel y administrador apostólico de Albarracín a monseñor Damián Iguacen Borau, obispo de Barbastro.
 
  Inmediatamente nos pusimos en contacto telefónico con monseñor Iguacen, quien, junto a la pena de dejar su actual diócesis, no ocultaba su alegría por el traslado de sede. “Sobre todo, estoy encantado de no dejar la tierra en que nací. Paso del Alto al Bajo Aragón. Con esto, completo el ciclo de la región. He trabajado en Zaragoza y en Huesca. Me faltaba Teruel. Estoy seguro de que este nombramiento me hará amar, más si cabe, a esta bendita tierra”.

   En Barbastro la noticia había producido tristeza, pues tanto la ciudad como la diócesis saben que pierden un obispo de singulares calidades. También Huesca ve con pena alejarse de su provincia a don Damián. Por el contrario, en Teruel, el nombramiento ha
sido acogido con el natural alboroza. Casi dos años de orfandad episcopal bien merecían un nuevo prelado de la talla del que les ha sido enviado.

  Nace en Fuencalderas (Zaragoza) el 12 de febrero de 1916. Cursó estudios en el Seminario conciliar de Huesca. Fue ordenado sacerdote el 7 de junio de 1941. Rige las parroquias de Ibieca, Aguas, Liesa, Panzano y Santa Cilia (1941- 44). Es ecónomo de Torla y encargado de Llinás de Broto, Fragen, Viu y Yosa en 1944.

  Seguidamente pasa a la capital de la diócesis, donde es nombrado profesor y vicerrector del Seminario de Huesca. Desde aquíy durante cuatro años atiende las parroquias de Alcalá del Obispo, Fañanás, Pueyo de Fañanás, Ola, Vicién, Tabernas de Isuela y Barbuñales. En 1949 es nombrado coadjutor de la parroquia de Santa Engracia (enclave a la sazón de la diócesis oscense) de Zaragoza y encargado de la filial de San Lino. De 1950 a 1954 es nombrado delegado episcopal en Santa Engracia.

  Al llegar desde Roma el reajuste de las diócesis aragonesas de 1955, vuelve a Huesca, donde es nombrado ecónomo de la iglesia basilical de San Lorenzo y, posteriormente, canónigo de la catedral y vicario general de Pastoral. Aquí animó todos los movimientos apostólicos y dio un impulso extraordinario a la diócesis, de la que fue nombrado administrador apostólico en 1969.

  En agosto de 1970 es nombrado obispo de Barbastro, de cuya sede toma posesión en octubre del mismo año, desarrollando una incansable y fecundísima labor pastoral y publicando gran cantidad de documentos de la más viva actualidad. Durante su estancia en la diócesis barbastrense, ha reorganizado los arciprestazgos, ha dado una orientación nueva a la economía diocesana y ha mostrado un particular interés por la defensa y conservación del patrimonio artístico del Alto Aragón. Y, sobre todo, ha vivido en contacto directo con los fieles y ha visitado, uno a uno, todos los pueblos de su jurisdicción, consagrándose en una atención primordial a las zonas y a las gentes más humildes. 

25 de septiembre de 1974

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