lunes, 6 de julio de 2015

Gentes de mi tiempo y de mi tierra: Rafael Galve

GENTES DE MI TIEMPO Y DE MI TIERRA

 RAFAEL GALVE


 Anteayer por la mañana falleció en su domicilio de Zaragoza el M. I. Sr. D. Rafael Galve Comín canónigo de la Santa Iglesia Metropolitana de nuestra ciudad. Contaba 71 años de edad.

  Don Rafael nació en el pueblo turolense de Obón y fue ordenado sacerdote el año 1927 por el entonces arzobispo doctor Doménech y Valls. A lo largo de su vida ejerció su ministerio en las parroquias de Maicas, Lagata, La Puebla de Híjar y Alcañiz.

  Fue en esta ciudad del Bajo Aragón donde, como arcipreste, permaneció veinticinco años, desarrollando una labor pastoral admirable, como promotor de los movimientos apostólicos, a los que infundió impulsos nuevos y dotó de fecundas realizaciones.

Entre éstas, merecen destacarse la restauración de la ermita de la patrona, Nuestra Señora de los Pueyos, convirtiéndola en casa de ejercicios espirituales, por donde han pasado millares de jóvenes y adultos de la diócesis en plan de retiro y de cursillos de cristiandad. En el año 1969 fue nombrado canónigo del Cabildo metropolitano de Zaragoza. Al abandonar Alcañiz se le concedió la medalla de plata de la ciudad, y la Hermandad del Silencio le nombró hermano mayor de honor.

  Durante los años difíciles de la contienda civil, cuando los seminarios estaban cerrados, reunió a docenas de muchachos a los que preparó para el sacerdocio en Zaragoza. El, personalmente, se encargó de la dirección espiritual y de la formación intelectual de aquellos jóvenes.

  Don Rafael Galve fue un sacerdote ejemplar, siempre sensible a los problemas de su tiempo, fidelísimo a la Iglesia, infatigablecolaborador de sus obispos y constantemente disponible para el servicio de los más sencillos y humildes.

  Ayer, al mediodía, con asistencia del señor arzobispo, se celebró un solemne funeral "corpore insepulto" en el altar mayor de la basílica del Pilar. Ofició la misa y predicó la homilía don Juan Antonio  Gracia, con el que concelebraron sesenta sacerdotes. Entre los presentes se hallaba el alcalde y dos tenientes de alcalde de Alcañiz, el director del Instituto y numerosos maestros, así como varios centenares de alcañizanos y fieles de las distintas parroquias en que había desarrollado su ministerio.

  Tras la celebración eucarística, el arzobispo, revestido de pontifical, acompañado por todo el Cabildo, entonó un solemne responso ante el túmulo. 

20 de mayo de 1975

domingo, 14 de junio de 2015

Gentes de mi tiempo y de mi tierra. Ives Congar

GENTES DE MI TIEMPO Y DE MI TIERRA

IVES CONGAR


  Su carné de identidad, en lo humano y en lo intelectual, es conocidísimo en los círculos eclesiásticos y en cuantos ambientes seglares se interesan por la marcha de la Iglesia. Fraile dominico, nacido en el seno de una familia burguesa en Francia hace setenta y un años, autor de infinidad de trabajos y libros, predicador incansable, apasionado por una causa: la Iglesia.

  Hasta un ayer, no demasiado lejano, vivía en el ostracismo a causa de sus ideas renovadoras. Hoy, en los alrededores de Pablo VI y en todo el mundo, se le escucha con respeto y se le ve como un profeta señalador de caminos nuevos para esa Iglesia que siempre amó con una lealtad inquebrantable.

  Del ayer al hoy, toda una aventura hecha de dolor y de lágrimas. Pero, al final de cualquier vía crucis, la verdad siempre triunfa. La verdad de Yves María José Congar fue su amor a una Iglesia que no siempre le comprendió. Ahora él, el padre Chenu, el padre  Teilhard de Chardin, el padre Lubac por no citar otros, vuelven al puesto de honor que nunca debieron perder.

  Hay que saludar con gozo su retorno a la dirección del pensamiento en la teología eclesial de nuestro tiempo.

  Si hay una palabra que caracteriza el caminar de Yves Congar, ésa no es otra que "lealtad". Su obra comenzó en el trabajo para unir a los cristianos separados, reconociendo con honradez todas las riquezas de los "otros", tantas veces desconocidas y minimizadas ("Cristianos desunidos" 1937). Esta actitud comportaba confesar lealmente que los errores de las antiguas rupturas tenían que ser compartidos. Congar lo confesó muchas veces, sobre todoen lo relativo al Cisma de Oriente. ("Novecientos años después"  1950), en el que recapitulaba todo el movimiento de renovación que debía desembocar en el Concilio Vaticano II. Hacía falta, entonces, mucho coraje para escribir estas cosas y, desde luego, mucho amor al riesgo.

  De hecho, el padre Congar fue criticado, denunciado, rechazado por la autoridad eclesiástica superior. En 1954, el padre Chenu y el padre Congar eran "castigados" por haber hecho apología de la experiencia emprendida por los sacerdotes obreros. La eclesiología defendida por Congar fue la causa de que se le enviara como penitencia a Cambridge. A propósito de los sacerdotes obreros, había escrito: "La Iglesia puede suspender una experiencia. Pero no puede suprimir un problema".

  Las tesis del padre Congar, sus sugerencias sorprendentes, su visión del futuro, chocaban entonces. Hoy todo el mundo habla como él hablaba. El tiempo le ha dado la razón. Apenas veinte años después, en 1962, se reunía el Concilio Vaticano II. Un concilio
-y varios sínodos después- que saben mucho de la obra, la palabra y el pensamiento de Congar.

  Su aventura intelectual, hecha de sufrimiento, de silencio fecundo y de profundísima humildad, había ganado la batalla. Ahora todo son homenajes y otorgamientos de doctorados de honor en las más importantes universidades del mundo.

  El padre Yves Congar ha venido alguna vez a España, pero nunca a Zaragoza. Lo vamos a tener entre nosotros el próximo martes, día quince de abril. Ha sido invitado por el director del Colegio Mayor "Pedro Cerbuna" y por el director del Instituto Francés de nuestra ciudad. A las siete y media de la tarde, en el salón de actos del mencionado colegio universitario, dará una conferencia. Su solo título es una invitación ineludible: "El porvenir de la Iglesia".

  Personalmente, me atrevo a adelantar que el célebre dominico defenderá con ahínco una idea que ha sido constante en su vida: el futuro de la Iglesia reside en que sepa estar presente en el porvenir del mundo. Para lo cual, quizás, ya no sean bastantes las adaptaciones, sino que se impongan los cambios.

  Pero, ¿qué cambios? Habrá que ir a conocerlos de boca de uno de los teólogos más relevantes de nuestros días. Un "cerebro" que, afortunadamente, la Iglesia ha sabido recuperar a tiempo para su propio bien. El amor, la lealtad, la fidelidad de Yves Congar bien merecían este retorno. En Zaragoza sabremos aplaudir su heroico testimonio. Aparte de que, por desgracia, figuras de esta talla en el campo de las ciencias eclesiásticas suelen pasar de largo por nuestra ciudad.

11 de abril de 1975

lunes, 8 de junio de 2015

HERALDO DE ARAGON: INFANTICOS HOY Y MAÑANA

INFANTICOS  PARA HOY Y MAÑANA

(Heraldo de Aragón lunes 1 de junio de 2015)


  Los Infanticos del Pilar constituyen un retazo entrañable de la historia de Zaragoza. Su oficio de servidores en el altar, su participación personal en la formación del fantástico patrimonio musical que guardan celosamente los archivos  de nuestras dos catedrales y las prestigiosas figuras que, educadas en su Colegio, han llegado a ser artistas de fama internacional hacen que los consideremos como una institución insustituíble y merecedora de una cuidadosa y permanente vigilancia.

  Pocas asociaciones educativas infantiles, acaso ninguna, pueden presumir, como la Escolanía del Pilar, de haber contribuido tan generosamente y durante tantos siglos no solo a la belleza del culto en el templo, sino también al fomento de la culura musical en nuestra ciudad. Por eso, no es extraño que los Infanticos hayan merecido siempre la admiración, el aplauso y el cariño del pueblo.

  La Escolanía de Infantes del Pilar ha experimentado los vaivenes que han sacudido todas las instituciones educativas en el tránsito del tiempo. Y, aun cuando es verdad que el Cabildo catedralicio nunca ha escatimado esfuerzos y recursos para adaptarse a las necesidades y exigencias de cada hora, no es menos cierto que hoy el Colegio está atravesando un momento difícil y que, para sobrevivir con la dignidad y altura que merece su función, habrá de encarar el futuro con una buena dosis de imaginación y audacia. Todo, menos consentir su desaparcición o contemplar pasivamente su lenta e inexorable agonía. Consciente de la gravedad del momento, el Cabildo se propone estudiar con calma y a fondo la renovación de las estructuras humanas, pedagógicas,  sociale y participativas que han configurado durante siglo  la formación, la vida y la actividad de los niños de coro, con el fin de crear un Escolanía del Pilar al estilo de las que actúan en los más renombrados santuarios y catedrales de España y Europa. El Pilar y la Seo, por su historia, su arte y su solemnidad litúrgica, necesitan una coral infantil de categoría.

  La empresa será larga, pero vale la pena. Afortunadamente, hoy el Cabildo dispone de medios humanos y científicos capacitados para ensamblar, sin chirridos ni violencias, lo viejo y lo nuevo, el respeto a la tradición y la llamada del futuro. Como repetían en Roma los padres del Conciliio Vaticano II, "vox temporis, vox Dei", la voz del tiempo es la voz de Dios.

  Mientras llega el momento de iniciar tan arriesgada aventura, el colegio de Infantes ha de enfrentarse ahora mismo a un problema crucial que habrá que solucionar con urgencia.  Este año terminan sus estudios cuatro alumenos y se han convocado nuevas plazas paras niños de ocho a diez años. La educación humana, musical y cristiana que se les ofrece es un provilegio una experiencia que nunca olvidarán. La formación es gratuita y los muchaschos gozan de una beca que les ofrece el Cabildo que  cubre los gastos de muntención y de preparación académica y musical. Padres, profesores, catequistas, educadores tienen en sus manos la posibilidad de orientar a sus alumnos hacia una institutción que les garantiza una formación integral, con la posiblidada añadida de descubrir su  vocación de futuros cantores, compositores, instrumentistas, en definitiva, de excelentes músicos. en el mismo Colegio de Infanticos -calle Florencio Jardiel, I- o llaando al teléfono 976-298-273, las familias de Aragón y de cualquier ciudad española encontrarán más información.

jueves, 28 de mayo de 2015

Heraldo de Aragón. Sijena y el Derecho canónico



LAS VENTAS DE SIJENA Y EL  DERECHO CANONICO

 (Heraldo de Aragón  jueves 30 de abril de 2015)

  El pasado 9 de abril, los medios informativos hacían pública una sentencia del Juzgado de 1ª Instancia de Huesca que declaraba nulas de pleno derecho tres ventas de bienes sacros del monasterio de Sijena realizadas por sus propietarias, las monjas sanjuanistas, a la Generalidad de Cataluña en 1983 y 1992 y al Museo Nacional de Arte de Cataluña en 1994. Asimismo, dicha sentencia obliga a los compradores de semejante patrimonio a devolverlo a su verdadero dueño.

   Como no podía ser de otro modo, la decisión judicial ha sido recibida en Aragón con gran alegría y ha suscitado fundadas expectativas sobre el futuro destino de los objetos vendidos. Hay que reconocer que el  tesón del alcalde de Villanueva de Sijena, la competencia del abogado, don Jorge Español, y la atenta vigilancia de los servicios jurídicos del Gobierno aragonés han conseguido, con el Derecho civil en la mano, demostrar  la ilegalidad de los procedimientos seguidos por la Generalitat catalana y, por lo mismo, la invalidez de las mencionadas enajenaciones.

  ¿Podría llegarse a la misma conclusión desde la legislación canónica? Dada mi ignorancia en cuestiones jurídicas, no  tendré la osadía de dar una respuesta afirmativa  a esa cuestión. Pero   no tengo inconveniente en exponer mis serias dudas sobre la validez de las citadas ventas, contempladas desde el derecho canónico. Otros,  más versados que yo en leyes,  dirán si son razonables o no mis recelos.

   El simple hecho del “modus operandi”  de  vendedoras y  compradores me deja perplejo. Si todo era  legal y  conforme a lo prescrito por la Iglesia,  sorprende que, en vez de llevar a cabo la  operación a la luz de los cielos, se realizara en secreto, con nocturnidad y alevosía. Item más, es un hecho incontrovertible que cuando tuvieron lugar las transacciones, estaban  en plena virulencia y sometidos a decisiones de diversas instancias jurídicas dos litigios, uno, el de la nueva adscripción a la Iglesia de Aragón de más de 100 parroquias oscenses sometidas a la jurisdicción de la diócesis de Lérida y, otro, el de la propiedad de sus bienes. En semejante situación de plena controversia ante los Tribunales parece que era obligado aplicar el principio jurídico “mientras está pendiente el litigio, nada debe innovarse”. En este caso, no se tuvo en cuenta ese precepto. 


  Más grave me parece la manipulación que el obispado de Lérida hace del rescripto de la Santa Sede autorizando la venta de 1992, ya que interpreta torticeramente ese documento vaticano. En efecto, Roma precisa en su texto que la enajenación solicitada solamente puede efectuarse si se ha cumplido  previamente lo establecido en los cánones 1292, 1293 y 1294. Pues bien, el obispado de Lérida, al traducir el texto latino del rescripto, tiene la osadía de añadir, por su cuenta,  que esos cánones se refieren solo a la colocación del dinero obtenido en la venta, lo que es verdad, pero no toda la verdad.


  Y toda la verdad de los citados cánones es la siguiente. Para que las monjas de Sijena puedan proceder legalmente a las ventas de los bienes de su monasterio, además de contar con la autorización de la Santa Sede, deben cumplirse ineludiblemente estos requisitos: 1) el obispo no puede avalar la solicitud de las monjas para vender, sin contar con el  consentimiento de estos dos organismos diocesanos, el Consejo de Asuntos Económicos y el Colegio de Consultores.  2) Ambos no pueden dar su informe, si antes no se les informó exactamente tanto  de la situación económica de las monjas como de las enajenaciones realizadas con anterioridad. 3) Debe darse una causa justa que justifique la venta, como puede ser una necesidad urgente, una evidente utilidad u otra razón pastoral grave. 4) Se necesita hacer una tasación de los bienes objeto de la operación de compraventa a cargo de peritos y por escrito. 5) El dinero cobrado debe colocarse con cautela en beneficio de la Iglesia o gastarse prudentemente conforme a los fines de la enajenación que se realice

 Como dije, según la falaz interpretación del obispado ilerdense, este último punto contiene todos los preceptos enumerados en los cánones 1292-1294. Pero eso es falso. Asombra ciertamente que el obispo, monseñor Ramón Malla, experto en Derecho Canónico, cometiera semejante frivolidad en la versión y exégesis del texto latino de una Congregación de la Curia romana. Tanto más cuanto que debía saber muy bien que la subrepción u ocultación de la verdad, según, el canon 63,  impide la validez de un rescripto.

  Si se han cumplido o no todos estos requisitos, solo puede saberse si se ve y analiza el expediente con toda la documentación existente y las actas oficiales  donde debe constar la relación de los reunidos y de los asuntos tratados en cada caso. Asimismo, en ese dossier se podrán conocer los motivos que aconsejaban esas operaciones y los criterios seguidos en la selección de las piezas objeto de venta. También  será posible comprobar   la identidad de los tasadores y su competencia profesional y, en fin, todos los elementos que contribuyan a conocer si todo se ajustó a la exigente y tajante normativa de la legislación eclesiástica. De lo contrario, según el Derecho canónico, las susodichas ventas, son inválidas.

  Sólo hay un camino para desvanecer toda duda. Que la Santa Sede autorizó las ventas, es cierto y tengo en las manos los documentos de la Curia vaticana que lo acreditan. Otra cosa es si se cumplieron todas y cada una de las condiciones previas a la venta que exige el Derecho de la Iglesia. Y para tener la certeza de que, efectivamente, se cumplieron, solo hay una vía, a saber, que los obispados de Lérida y Barcelona  hagan públicos los documentos que obran en sus respectivos archivos diocesanos y así podamos verificar los hechos y dar con la verdad completa y auténtica de los mismos. Ignoro si los obispos de Aragón tuvieron acceso al expediente o si sus hermanos catalanes les  facilitaron alguna información al respecto. En todo caso, nada han dicho públicamente.
   Aburrido y decepcionado de las inacabables, tristes y vergonzosas historias de los bienes sacros oscenses exiliados, secuestrados, robados, estaba a punto de abandonar la batalla que durante tantos años he mantenido en este periódico. Pero la  reciente sentencia del Juzgado de Huesca  me ha devuelto el interés por la causa y me ha animado a  escribir, una vez más, sobre la  posibilidad de declarar, también desde el Derecho canónico, la invalidez de las ventas de Sijena.



  Termino  este Informe con esperanza. La información que Heraldo de Aragón daba hace unos días sobre la actitud, las palabras y las intenciones del nuevo obispo de Barbastro-Monzón, monseñor Pérez Pueyo,  es un excelente augurio para el mañana. 

JUAN ANTONIO GRACIA